Aumento de Pecho

El aumento de pecho o aumento mamario es un procedimiento quirúrgico que tiene como finalidad aumentar y remodelar el volúmen del pecho. Aunque el método más popular es mediante el uso de prótesis, en la actualidad puede realizarse también una remodelación mamaria mediante el uso de injertos de grasa (Lipoimplante); esta técnica es especialmente útil para tratar asimetrías mamarias o para suavizar el contorno del pecho, aumentado con prótesis, en pacientes delgadas.

Actualmente las protesis autorizadas por el Ministerio de Sanidad son las de gel de Silicona y las de suero salino. Las protesis anatómicas ofrecen resultados superiores en determinados pacientes . La intervención dura entre hora y hora y media y se realiza bajo anestesia local con sedación o general, no precisando habitualmente ingreso Hospitalario. Las vía empleadas con más frecuencia para la colocación de las protesis son a través de la areola, desde la axila o desde el surco inferior del pecho. La colocación de los implantes se realiza en posición subpectoral o subfascial (mejor opción que submamaria).

En condiciones normales podrá volver a un trabajo sedentario en 5 días. y reiniciar actividades deportivas intensas en un mes y medio.

¿Qué es un aumento mamario?

El aumento de pecho puede mejorar su apariencia y su autoestima, pero no necesariamente cambiará la apreciación que los demás tengan de Vd. Antes de decidirse por esta cirugía piense cuidadosamente cuales son sus expectativas y discútalas con nosotros.
El aumento de pecho, también conocido como Mamoplastia de aumento, es un procedimiento quirúrgico que trata de mejorar el tamaño y la silueta del busto femenino. Puede ser empleado como procedimiento puramente estético, para mejorar la apariencia cuando los pechos son de diferente tamaño o como complemento en la cirugía reconstructiva de mama.

Cuándo está indicado un aumento de pecho

Los mejores candidatos para un aumento de pecho son aquellas personas que buscan mejorar la silueta de su pecho o, sencillamente, aumentarlo de volumen. Tenga presente que este procedimiento no tiene porque proporcionarle mejores relaciones con los demás o una silueta “ perfecta “. Discuta sus expectativas con nosotros si quiere obtener un buen resultado. Un aumento de pecho puede realizarse junto a otras técnicas de remodelado corporal para mejorar la silueta de forma más amplia.

Cuándo está contraindicado un aumento de pecho

Un aumento de mamas nunca debe ser realizado en mujeres que presentan alguna infección activa en su cuerpo, en mujeres con presencia de lesiones malignas o premalignas, en mujeres con alteraciones de la coagulación de la sangre o en la cicatrización de los tejidos, en mujeres con debilidad en el sistema inmune o en mujeres que están o pudieran estar embarazadas.  Cualquier paciente con una enfermedad mental en tratamiento debería esperar a la estabilización o resolución de su estado. Algunas de estas circunstancias suponen una contraindicación temporal, otras suponen una contraindicación absoluta.

Tipos de prótesis

Existen actualmente varios tipos de prótesis de mama. Todas las ellas están formadas por una “bolsa” fabricada en Silicona de grado médico y de superficie lisa o rugosa. Su contenido puede ser de dos tipos. Un tipo de prótesis esta rellena de gel de Silicona de grado médico y alta cohesividad y el otro tipo contiene suero salino en su interior. En la actualidad son los dos únicos tipos cuyo uso está autorizado sin restricciones por parte del Ministerio de Sanidad.  La cohesividad del gel es un aspecto muy importante ya que impide que el contenido salga fuera de la prótesis aún estando la cubierta rota.
implantes mamariosEn cuanto a la forma existen dos tipos básicos. Las clásicas tienen forma redonda y las anatómicas tienen forma similar al pecho y proporcionan, en teoría, resultados estéticamente más perfectos en algunos pacientes. Cualquier tipo de implante anatómico debe ser colocado correctamente y con una orientación perfecta para garantizar un resultado estético adecuado. Igualmente esta orientación debe mantenerse a largo plazo ya que una rotación del implante una vez colocado obliga en muchas ocasiones a reoperar para enderezarlo.
En cualquier tipo de prótesis los tamaños se eligen según la anchura de la misma y de su perfil (o altura). En general suelen existir tres perfiles: bajo, medio y alto. En nuestra practica habitual empleamos uno u otro implante con sus características peculiares (forma, tamaño y perfil) según las características de cada paciente y del resultado que desee conseguir.
Piense que como todos los tratamientos en Cirugía Plástica, cada paciente es diferente, con gustos diferentes y tiene unas necesidades básicas que es necesario tener en cuenta para conseguir el mejor resultado posible.

 

Al final de esta entrada podrá encontrar información sobre el aumento de mamas mediante el empleo de injertos de grasa.

Riesgos e incertidumbres

La cirugía del aumento de pecho está considerada como un procedimiento seguro pero no exento de los riesgos inherentes a cualquier operación y de complicaciones propias de este procedimiento.

  • Dentro de las complicaciones asociadas a esta operación, quizá la más frecuente es la que denominamos “contractura capsular”. La cápsula es un tejido fibroso que el cuerpo forma de manera natural al rededor de las prótesis (de mama y de otros tipos) . Este tejido es beneficioso, si su formación está correctamente dirigida, entre otras cosas por que actuará de sostén o “sujetador interno”. Las cápsulas con grados I y II se consideran normales, Las cápsulas grados III y IV (produces deformidad esférica de la mama y dolor) son demasiado intensas y se deben tratar casi siempre de forma quirúrgica. Esto ocurre en un porcentaje muy bajo de pacientes (1%-2% aproximadamente) el origen está en la contracción de la “cicatriz” o bolsa que se forma alrededor de la prótesis. Si esta contracción es lo suficientemente intensa ,grados III y IV, puede llegar a producir la deformación del pecho e incluso dolor. Cuando es repetitiva puede obligar a la retirada de la prótesis de forma definitiva. Para solucionar adecuadamente una contractura capsular severa es necesario extraer las prótesis durante la operación y eliminar todo el tejido capsular si es posible. Aunque no es obligatorio, resulta aconsejable colocar implantes nuevos. Las cápsulas demasiado blandas (Grado 0) son igualmente problemáticas ya que serán incapaces de aguantar el peso de la prótesis, haciendo que el pecho caiga de forma incontrolada y acelerada con el paso de los meses o años. Algunas encapsulaciones incipientes pueden ser tratadas mediante un medicamento llamado Accolate® (Zafirlukast). Este medicamento, empleado para el control de procesos asmáticos, no tiene entre sus usos autorizados el tratamiento de las encapsulaciones, pero se halló de forma casual que era útil en estos casos.
  • En ningún estudio se ha demostrado que las prótesis de mama produzcan cáncer o que retrasen su correcto diagnostico. Sí, es necesario que sepa que cuando se someta a un control radiológico de la mama (mamografía) deberá informar al radiólogo que lo realice que Ud. lleva una prótesis ya que su realización puede estar dificultada o la imagen puede resultar alterada. En raras ocasiones se han comunicado roturas de implantes debido a mamografías inadecuadamente realizadas. Aconsejamos la realización de mamografía y/o ecografías previas a la operación que sirvan de control para futuras exploraciones.
  • Recientemente se ha descrito una nueva patología asociada a las prótesis mamarias llamada Linfoma Anaplásico de Células Grandes. Se trata de una rara forma de linfoma (una neoplasia originada en los Linfocitos) que en su forma asociada a prótesis de mama se manifiesta como una inflamación tardía (pasado un año de la operación) de una o ambas mamas causada por la generación de un seroma (acumulo de suero dentro de La Bolsa que contiene la prótesis). Se estima que la incidencia de esta enfermedad es de 1:300.000 pacientes y a fecha de hoy (12-02-2017) se tienen documentados unos 250 pacientes en todo el mundo. El diagnóstico suele ser sencillo y el tratamiento suele ser curativo en la inmensa mayoría de los casos si se retiran los implantes y la cápsula que los rodea. Añ final de esta información podrá encontrar enlaces de interés para ampliar la información.
  • Como en cualquier cirugía, pueden aparecer problemas derivados de un sangrado excesivo o de la infección de la prótesis, ambas circunstancias pueden requerir de intervenciones urgentes para solucionarlos.
  • Aunque no se deben considerar como complicaciones, algunas mujeres pueden notar alteraciones en la sensibilidad de los pezones o en otras zonas de los pechos. Estos síntomas suelen desaparecer en poco tiempo y muy raras veces son permanentes. No existe evidencia que indique que la presencia de una prótesis de mama afecte a la fertilidad o a las gestaciones. Tenga en cuenta que si tiene un embarazo después de operada, sus pechos pueden sufrir cambios de tamaño y silueta. Debe tener también en cuenta que cualquier mama operada puede tener alterada la capacidad de producir leche.
  • De forma ocasional y, generalmente, derivados de accidentes, las prótesis de pecho pueden romperse o rasgarse. Si esto ocurriese será necesaria una segunda intervención para retirarlos o sustituirlos. En la actualidad la alta cohesividad de los geles de silicona impiden su derramamiento en caso de rotura, lo que resulta una seguridad añadida fundamental. La detección de un implante roto durante el postoperatorio no constituye una emergencia médica, pero es conveniente tratarla lo antes posible para sustituirlo por otro nuevo. En cuanto al tiempo que duran los implantes de mama no existe una opinión unánime debido a numerosos factores, entre otros el rápido desarrollo de la tecnología de fabricación. Como norma empírica se aconseja realizar una exploración minuciosa (Incluyendo Mamografía, Resonancia Magnética y/o TAC) o plantearse un recambio antes de los catorce años. Como podrá entender estas cifras cambiarán en el futuro.

No debe asustarse por todo lo indicado ya que se trata de situaciones muy poco frecuentes y controlables. Sí, es necesario que Ud. conozca y entienda la naturaleza de esta operación. Nosotros estaremos encantados de solucionar en todo momento cualquier duda que pueda tener.

Cómo se realiza un aumento mamario

El procedimiento suele realizarse bajo anestesia general quedando el paciente ingresado unas horas tras la operación. Normalmente realizamos estas operaciones de forma ambulatoria y sólo en algunas ocasiones recomendamos ingreso hospitalario. Si este fuera necesario suele reducirse a una noche.

El método para introducir la prótesis dependerá de su anatomía, del tipo de prótesis y de nuestras recomendaciones. Las incisiones suelen realizarse en el pliegue que existe bajo el pecho, en el borde de la mitad inferior de la areola o en la axila.

  • La vía areolar proporciona una visión directa excelente y capacidad para realizar las modificaciones necesarias en la glándula o el bolsillo con una cicatriz muy camuflada.
  • La vía inframamaria proporciona las mismas ventajas pero con una cicatriz normalmente más visible. Suele ser la elección principal para introducir prótesis anatómicas en pacientes con areolas pequeñas debido a que la orientación de estas debe ser exquisita.
  • La vía axilar es adecuada cuando no se desean las incisiones anteriores o no son posibles (por ejemplo una areola muy pequeña).  Desde cualquiera de las incisiones descritas se puede implantar una prótesis subfascial o submuscular.

Sea cual sea la vía empleada el cirujano creará un “bolsillo”, bien detrás del músculo pectoral, bien detrás de la fascia o envoltura que rodea al músculo, donde introducirá la prótesis. En nuestra práctica habitual elegimos la forma y el tamaño del implante según las características anatómicas del paciente, su tipo de trabajo, las aficiones y sus deseos en cuanto al resultado estético que persigue. Para determinar el tamaño y la forma del implante medimos con detenimiento, en el estudio preoperatorio, el pecho y el tórax de los pacientes, así como el tamaño y la altura de las areolas y la relación de la glándula con el músculo. También es imprescindible medir el espesor de la cobertura de piel y grasa en la parte alta del pecho y en el área del surco (pinch test). De esta manera se consiguen los resultados más naturales.  La posición submuscular suele ser la más adecuada cuando hay vacío en la parte superior del pecho y cuando se desea seguridad en la cobertura del implante. La posición subfascial es más adecuada para mamas tuberosas o con constricción en la parte inferior del pecho así como para mamas levemente caídas. Exige una cobertura de tejidos más gruesa para evitar efectos indeseados como la palpación o “visualización” del implante. La desventaja principal de la localización submuscular es que los implantes se moverán con la contracción del músculo pectoral. Igualmente los pacientes que realicen ejercicio físico muy  intenso no deberían recibir un implante submuscular. En cualquier caso los pacientes delgados siempre pueden recibir un injerto de grasa (Lipoimplante) bajo la piel que conseguirá contornos mas uniformes y suaves. En pacientes con constricción, tuberosidad, pecho excavado, etc también es un complemento indispensable por que asegura o facilita la corrección de defectos que las prótesis no pueden solucionar e incluso, a veces, pueden empeorar.

El paciente debe ser consciente de que aumentar el pecho en exceso (por encima de una copa C) no suele estar indicado y tampoco es aconsejable en la mayoría de los pacientes con unas dimensiones corporales estándar.  Aumentos exagerados son poco naturales y deterioran el pecho con más rapidez obligando en muchos casos a su retirada y a aumentar el número y tamaño de cicatrices para remodelar la mama resultante.  Para pacientes con unas dimensiones corporales estándar  y que posean un mínimo de tamaño glandular, no suele estar indicado un aumento con prótesis mayores de 350 cc. Una vez terminada la operación colocaremos un vendaje muy liviano y un sujetador y/o una banda pectoral. Transcurrido un tiempo prudencial el paciente podrá abandonar el hospital.

De forma simultánea al aumento mamario se pueden realizar maniobras accesorias sobre la glándula, la areola o el pezón. Es relativamente frecuente la extirpación de uno o varios quistes mamarios que han sido visualizados previamente en un ecografía o mamografía. El radiólogo, no obstante, determinará la importancia de biopsiarlos o retirarlos durante la operación ya que prácticamente la totalidad son benignos. Durante la misma operación de aumento pueden ser corregidos los pezones hipertróficos o los pezones invertidos o umbilicados. En el caso de los pezones hipertróficos la reducción de su tamaño suele ser aconsejable ya que de lo contrario el aumento de volumen mamario puede producir un empeoramiento en la apariencia. En el caso de los pezones invertidos o umbilicados los conductos galactóforos se encuentran retraídos y por tanto deben ser liberados para permitir que el pezón pueda salir al exterior.  En casos leves la propia presión que la prótesis ejercerá sobre el pezón hará que éste salga al exterior. Este tratamiento podría entorpecer una futura lactancia materna.

Las areolas excesivamente grandes o ligeramente caídas se beneficiarán de una reducción de tamaño y/o una recolocación en un a posición más alta (mastopexia periareolar). En estos casos las incisiones se colocarán al rededor de toda la areola para permitir la extirpación del exceso de areola y su recolocación en un nivel más adecuado.

Problemas Especiales: Mamas tuberosas y con constricción. Sinmastia.

Dentro de las múltiples variantes que existen en la conformación del pecho femenino hay dos que por su posible severidad son importantes ya que pueden llegar a limitar el resultado final que se puede obtener.

  • Mamas con constricción. Ya se ha explicado la importancia que la elasticidad y cobertura de los tejidos tiene en la consecución de un resultado estético determinado. El implante elegido deberá estar cubierto, lo mejor posible, por los tejidos del paciente y, a su vez, estos deberán tener una elasticidad adecuada que permita su acomodación a l nuevo volumen. Cuando el polo inferior de la mama (la porción que queda por debajo de la areola y pezón) está demasiado rígido y muchas veces carente de surco submamario puede resultar difícil conseguir que se redondee adecuadamente y que se forme un surco nuevo. En mamas con constricción el polo inferior está aplanado y, a veces, cóncavo en vez de convexo. En estas circunstancias es preciso liberar la glándula de la piel e incluso abrir ambos en su interior (como lo haríamos con los gajos de una naranja) para obligar a esta adaptación. La creación de un surco inexistente debe ser muy cuidadosa para facilitar aún más la adaptación.
    En los casos con constricción suele estar indicado un abordaje subfascial o el llamado submuscular parcial. Como podrá entenderse cuanto mayor sea la constricción mayor será la dificultad para redondear esta parte del pecho, cosa que suele conseguirse en no menos de tres a seis meses. Para facilitar más el resultado también se recomiendan implantes de alto perfil o, mejor, implantes anatómicos de perfil alto o medio. La vía areolar, si es posible, suele ser la mejor opción.
  • Mamas tuberosas. El extremo de severidad de una constricción suele participar en la generación de una mama tuberosa. En estos casos la constricción suele ser moderada o severa y se acompaña de un volumen mamario pequeño que suele estar herniado a través de una areola grande. En conjunto algunas pacientes lo comparan con una “seta”. Las mamas tuberosas deben ser abordadas de igual manera que los casos de constricción. Además es imprescindible eliminar el exceso de areola y recolocar el tejido mamario herniado en una posición adecuada. El abordaje, por tanto, obligatorio es una incisión al rededor de toda la areola. Como en los casos de constricción, la severidad de la tuberosidad determinará que grado de mejora estética se puede conseguir. En casos muy agresivos puede incluso ser necesario realizar la cirugía en dos tiempos. En el primero se coloca un expansor mamario (similar a los de reconstrucción después del cáncer) para dilatar todos los tejidos. En un segundo tiempo se sustituye por una prótesis definitiva y se recoloca la glándula y la areola. Tanto en las mamas con constricción como en las tuberosas puede aparecer el conocido como doble surco. Esta situación se produce por una deficiente adaptación de los tejidos a la prótesis y, en ocasiones, es muy difícil o imposible de evitar. Las modificaciones glandulares ya comentadas tratan de evitar esta situación en lo posible.
    El tratamiento de la mama tuberosa o con constricción mediante prótesis mamarias supone la necesidad de alterar o crear un nuevo surco submamario que delimite el extremo inferior de la mama así como modificar la propia glándula ya que existe una deficiente adaptación de estos tejidos a la prótesis. Con todo y esto, en algunas ocasiones y sobre todo en los casos de deformidad tuberosa más severos, existe la posibilidad de aparición del conocido como doble surco mamario o doble burbuja. En estos casos el primitivo surco submamario no desaparece del todo tras la operación debido a la intensa constricción existente en los tejidos (piel y glándula)  permaneciendo, con mayor o menor intensidad, por encima del nuevo surco. Conseguir una mitad inferior de la mama totalmente redonda puede no ser posible en algunas de estas circunstancias incluso después de reoperaciones. El tratamiento del doble surco es quirúrgico, aunque en la actualidad estamos usando injertos de grasa asociados al aumento para reducir todavía más su posible aparición o para corregirla de forma secundaria cuando ya se ha producido. Hay que tener en cuenta también que con el paso del tiempo puede volver a existir herniación de la glándula a través de la areola o puede reaparecer el doble surco al aumentar el grado de flaccidez o haber modificaciones en el peso del paciente.
  • Sinmastia. Se conoce como sinmastia cuando los bolsillos de ambas prótesis mamaria se encuentran total o parcialmente comunicados. Esta situación se puede corregir quirúrgicamente aunque no suele resultar sencillo.  En función de la severidad de la sinmastia se pueden optar por varias opciones quirúrgicas. En cualquiera de los casos será necesario explantar las prótesis durante la reconstrucción para no dañarlas durante la cirugía.  Casos leves pueden ser resueltos en ocasiones mediante el cierre y remodelación de los bolsillos donde se encontraban las prótesis. Casos más severos requieren muchas veces la creación de nuevos bolsillos en planos diferentes y cierre de los antiguos para asegurar que no se vuelve a repetir la situación, cosa que es posible.

El Postoperatorio

Al terminar la operación permanecerá en observación durante unas horas. Lo habitual es que a media tarde pueda abandonar el Hospital si no existe ninguna contraindicación, aunque si valoramos una condición poco favorable se quedará ingresada esa noche. Podrá sentirse fatigada y dolorida durante unos días; estas molestias suelen responder favorablemente a los analgésicos que le recomendaremos tomados regularmente. Si estas molestias no son severas podrá realizar una vida casi normal en unas cuarenta y ocho horas, lo que supone prescindir en gran medida de ayuda ajena. La movilidad de los brazos debe ser natural aunque restringida, evitando cualquier esfuerzo o levantamiento de brazos. A partir de los cinco a siete días podrá aumentar la movilidad de los brazos, realizar trabajos sedentarios, pequeños esfuerzos, así como conducir un automóvil. Nunca deberá realizar trabajos intenos o actividades deportivas antes de que haya transcurrido un mes.

Es normal que los pechos puedan estar algo amoratados e hinchados después de la operación; la inflamación suele desaparecer en tres a cinco semanas. No es necesario retirar ningún tipo de sutura ya que todas son reabsorbibles. Probablemente notará que los pechos están sensibles al tacto durante unas dos a tres semanas, y es durante este tiempo cuando deberá evitar el contacto físico directo. Posteriormente, o cuando esa “sensibilidad” haya desaparecido, Ud. podrá tener un contacto físico habitual. Salvo que en su caso se hayan usado prótesis anatómicas, deberá masajear el pecho desde la segunda semana de postoperatorio. Los masajes tienen por objeto movilizar la prótesis dentro de su bolsillo para que este permanezca amplio y facilite un resultado natural. La no realización de los masajes o su incorrecta realización puede también incrementar el riesgo de encapsulación. Las prótesis anatómicas o las redondas macrotexturadas no deben masajearse ya que esta macrotextura debe “adherirse como un velcro” a sus tejidos y los masajes lo impedirían. La adherencia de la prótesis a los tejidos dificulta la malposición del implante y reduce también el riesgo de encapsulación.

Aunque las cicatrices puedan estar enrojecidas durante unos meses finalmente se suavizan y toman un tono mas normal. En raras ocasiones estas cicatrices pueden ser de carácter hipertrófico o queloideo, en cuyo caso necesitaran tratamiento medico y/o quirúrgico. En todo momento estaremos a su disposición para controlar que el postoperatorio es el adecuado. Si en su caso se ha realizado simultáneamente un injerto de grasa en la mama habrá recibido instrucciones adicionales sobre como cuidar tanto la zona donante de la grasa como las áreas injertadas.

La intervención de aumento mamario puede ser una opción muy adecuada para Vd siempre y cuando reúna las condiciones descritas y acepte las limitaciones que, hoy por hoy, tiene cualquier procedimiento cosmético. Piense que será necesario cuidar y supervisar su pecho para que el resultado y su satisfacción sean lo más longevos posibles. Para ello recomendamos, tras el primer año de la cirugía,  controles anuales en la consulta para realizar una exploración física, controles mediante ecografía cada dos años y mediante resonancia magnética cada seis años. Recuerde que las prótesis de mama no tienen por que durar eternamente. Si está en edad de realizarse controles mamográficos rutinarios, estos podrán ser continuados después de la operación. No se olvide advertir al técnico que realice esta prueba sobre la presencia y localización de las prótesis. Otros controles ginecológicos como la autoexploración, ecografías, etc., también podrán seguir siendo realizados como de costumbre.

Mamoplastia de aumento mediante injertos de grasa (Lipoimplante mamario). Aumento de mamas compuesto y sustitución de prótesis.

Aunque la remodelación estética de la mama mediante injertos de grasa se lleva realizando más de cien años, en la década de los ’80 la Sociedad Norteamericana de Cirugía Plástica impuso una moratoria sobre esta técnica por que podría enmascarar o dificultar el diagnóstico del cáncer de mama. En la actualidad es un procedimiento que ha retomado nuevos bríos e interés. Por un lado la técnica de injertos de grasa (lipoestructura, lipoimplante, etc.) ha mejorado ostensiblemente elevando enormemente el porcentaje de casos con buenos o excelentes resultados a medio y largo plazo. Por otro lado y debido a este éxito, el porcentaje de calcificaciones que se producen se ha reducido drásticamente y en su número y apariencia no difieren de las que aparecen con otros procedimientos mamarios como la reducción mamaria, el aumento con prótesis de silicona o la mastopexia. Por tanto podemos decir que el aumento mamario con injertos de grasa es una técnica fiable y que no enmascara un cáncer de mama si la paciente lleva los adecuados controles y revisiones. En la actualidad se realiza de forma rutinaria en todo el mundo. Tampoco se han publicado, hasta la fecha, estudios que relacionen esta técnica con el cáncer de mama.

La técnica y las premisas no difieren en mucho de otras formas de lipoimplante. Se trata de que la paciente disponga de una cantidad de grasa suficiente como para poder realizar un aumento de volumen significativo. La grasa subcutánea de una o varias zonas corporales será aspirada de manera específica y mediante un instrumental adecuado hasta conseguir el volumen necesario.
Posteriormente se procesa adecuadamente para obtener la población celular en mejores condiciones de ser implantada.
Las prótesis de mama tradicionales se alojan en el espacio retropectoral o retromamario y crean un efecto volumétrico directo. El lipoimplante será realizado a través de múltiples puntos de punción, implantando minúsculas cantidades de grasa de forma entrecruzada en el espacio retropectoral, retromamario y subcutáneo. La distribución de la grasa en cada mama y en cada paciente puede personalizarse al máximo colocando las cantidades necesarias en los lugares donde más interese. La operación puede realizarse bajo anestesia local con sedación o, mejor, con anestesia general. Su duración es sensiblemente mayor que el aumento con prótesis debido al trabajo añadido de la extracción de grasa y a la exquisita técnica que debe emplearse en la implantación.

Los factores a favor de esta técnica son claros. Por un lado mejoraremos la silueta corporal extrayendo grasa acumulada; el aumento se realizará con los tejidos propios del paciente evitándose efectos secundarios de las prótesis como la encapsulación, rotura de la prótesis, adenopatías, etc.; la colocación de la grasa puede ser todo lo selectiva que se quiera colocando las cantidades justas en cada lugar según deseos del cirujano y/o el paciente; finalmente el proceso de envejecimiento mamario es totalmente natural. Como factores en contra podemos señalar que se trata de un procedimiento más largo (en torno a las dos horas como mínimo), la paciente debe disponer de cantidad suficiente de grasa donante para cumplir con el volumen necesario que asegure un resultado final optimo, se necesitan al menos dos procedimientos y a veces tres y no todos los tipos de mamas pueden ser tratados.

Como en cualquier procedimiento de cirugía mamaria los controles postoperatorios son muy importantes. Ud deberá realizar controles mamográficos e incluso resonancias para supervisar el estado de la grasa y de su glándula mamaria (igual que debería hacerlo para supervisar el estado de las prótesis). Su Ginecólogo podrá realizar las revisiones oportunas como de costumbre. Hasta la fecha las calcificaciones que aparecen tras un aumento mamario mediante lipoimplante se suelen diferenciar con facilidad de las microcalcificaciones típicas del cáncer de mama. Un porcentaje muy elevado de otras cirugías de mama (aumento reducción o mastopexia) también presentan calcificaciones en el postoperatorio. Incluso pacientes sin cirugías mamarias previas pueden presentar calcificaciones. No obstante, si en una mamografía o en una resonancia magnética se detectaran calcificaciones o signos sospechosos de cáncer de mama entraría en el protocolo adecuado para realizar más pruebas o incluso biopsias. Los pacientes candidatos para este tipo de cirugía deben tener claro que los controles postoperatorios en su caso deben ser igual de estrictos que en los de las prótesis de mamas.

En pacientes delgados en los que existe posibilidad de que se palpen o noten los bordes de las prótesis estamos realizando una técnica mixta mediante la cual se realiza el aumento de mamas con prótesis como se ha explicado anteriormente y se suplementa con un lipoimplante en las capas más superficiales de la mama con el fin de “ocultar” la prótesis lo máximo posible. Los resultados mejoran considerablemente al proporcionar contornos más suaves y naturales. Como opción compensadora en los pacientes que se someten a una eliminación definitiva de las prótesis (voluntaria o por la aparición de complicaciones) pude realizarse un lipoimplante mamario simultáneamente a la explantación. En estos casos, una vez retiradas las prótesis y cerrado el bolsillo realizaremos un lipoimplante en los planos disponibles. De esta manera se consigue atenuar el efecto de la retirada de las prótesis y, en ocasiones, reducir o eliminar la necesidad de cicatrices accesorias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »