Aunque se trata de un tratamiento seguro, en las manos adecuadas, los lipoimplantes al igual que otros injertos de grasa o lipofilling pueden presentar contraindicaciones y complicaciones.
- Un Lipoimplante nunca debe ser realizado en pacientes que presentan alguna infección activa en su cuerpo, en pacientes con alteraciones de la coagulación de la sangre o en la cicatrización de los tejidos, en pacientes con debilidad en el sistema inmune o en pacientes que están o pudieran estar embarazadas. Cualquier paciente con una enfermedad mental en tratamiento debería esperar a la estabilización o resolución de su estado. Pacientes con expectativas poco realistas o perfeccionistas no deberían someterse a un Lipoimplante. Algunas de estas circunstancias suponen una contraindicación temporal, otras suponen una contraindicación absoluta. Obviamente, la ausencia de grasa en cantidad suficiente para completar el relleno sería una contraindicación.
- El Lipoimplante no es una técnica sencilla y no está exenta de complicaciones propias de cualquier operación y otras inherentes al propio tratamiento. La infección de las zonas donantes o receptoras de la grasa es un hecho excepcional que suele ocurrir en menos del 1% de los pacientes, el sangrado excesivo o el hematoma también son infrecuentes si la técnica se realiza con el necesario cuidado y se evitan medicaciones que “facilitan” el sangrado como la Aspirina. Como cualquier injerto, la grasa implantada debe “prender” para asegurar que el resultado final sea duradero. En condiciones normales y asumiendo que el postoperatorio transcurre correctamente y sin incidencias, el prendimiento medio estimado debe encontrarse rondando el 75% de lo implantado (entre el 60% y el 80% según la zona corporal o la patología), salvo en los labios, donde no suele superar el 40-50%. Determinados factores como un mal postoperatorio, una movilidad excesiva, ausencia de reposo o determinadas complicaciones puede producir un prendimiento muy bajo e incluso nulo. Excepcional en la experiencia del Dr. Silverio, en muy raras ocasiones la grasa implantada puede “encapsularse” y formar pequeños nódulos que, en la mayoría de las ocasiones, pueden ser eliminados de forma sencilla.
- La grasa injertada se comportará de la misma manera y sufrirá los mismos cambios de volumen que antes de ser trasplantada. Por tanto variaciones significativas en el peso del paciente (por ganancias excesivas de peso o adelgazamiento) podrían modificar también el volumen de la grasa injertada en el mismo sentido. Como en cualquier operación, el estudio preoperatorio del paciente y el cumplimiento estricto de los cuidados postoperatorios son factores importantísimos para facilitar el mayor prendimiento posible y la ausencia d complicaciones. El sobrecrecimiento del injerto en ausencia de cambios de peso es excepcional.