Se podría decir que los aumentos de pecho con prótesis son procedimientos de cirugía estética mamaria muy consolidados, seguros y con un alto nivel de satisfacción. Los implantes de mama se vienen usando desde hace más de cuarenta años y han sufrido importantes mejoras en cuanto a su calidad, seguridad y modelos disponibles para adaptarse a todas las necesidades.
No obstante las prótesis de mama no dejan de tener sus limitaciones, surgidas de la incapacidad de gestionar determinadas situaciones anatómicas o funcionales de forma adecuada. Un pectus escavatum (esternón hundido), la presencia de constricción del polo inferior mamario, la mama tuberosa o el escote “huesudo” son solo algunos casos en los que las prótesis no serán capaces de gestionarlo todo o causarán situaciones secundarias como el doble surco o una excesiva “visibilidad” de los bordes del implante. En estos casos, los lipoimplantes suponen una ayuda considerable (aunque no perfecta) para complementar el aumento de pecho con prótesis y poder así tratar globalmente cada situación.
La planificación del aumento mamario compuesto siempre comienza con el análisis de las situaciones o defectos estructurales que los implantes no serán capaces de gestionar, marcándolas convenientemente. Este análisis es importante por que los injertos de grasa se colocarán previamente a la implantación de las prótesis. Recordemos que la finalidad de los injertos de grasa será la de “construir” una anatomía lo más simétrica y conveniente posible, que albergue posteriormente las prótesis seleccionadas. La elección del tamaño, forma y plano de implantación de las prótesis se basará en las necesidades del paciente (como si el aumento fuese a ser simple). El aumento mamario compuesto puede realizarse tanto si las prótesis se colocan por delante o por detrás del músculo pectoral y es independiente también la forma o tamaño de las prótesis. La grasa se suele obtener del abdomen y de los muslos según las cantidades necesarias y debería ser colocada antes de la implantación de las prótesis. Al tratarse de un procedimiento muy dinámico, será posible tratar las asimetrías existentes con mayor confianza y exactitud evitando la necesidad de emplear prótesis de diferente tamaño en cada mama que, casi siempre, genera una asimetría a medio o largo plazo.
Los aumentos mamarios compuestos están especialmente indicados en la siguientes situaciones:
- Asimetrías mamarias con o sin asimetrías del tórax.
- Síndrome de Poland.
- Vacío intenso en la zona superior de las mamas (típico después de varios embarazos).
- Escote “huesudo” y mamas separadas.
- Pectus escavatum.
- Aumentos mamarios con prótesis en pacientes delgados y siempre que se desee mejor cobertura para evitar la visibilidad y palpabilidad de las prótesis.
Las mastopexias pueden beneficiarse del mismo concepto en situaciones anatómicas similares – Mastopexia Compuesta – Primero se planifica las necesidades de elevación, tipo de cicatrices y si se usarán prótesis o no. Debido a que durante las mastopexias se movilizan los tejidos con mayor intensidad y se crean planos quirúrgicos amplios, puede ser recomendable realizar los injertos de grasa una vez concluida la mastopexia, especialmente si no se van a emplear prótesis.
Cuando la paciente ya se ha realizado un aumento o una mastopexia con prótesis y desea corregir, de forma secundaria, los defectos descritos, también es posible realizar un injerto de grasa para solucionarlos. En estos casos la dificultad estriba en que la colocación de la grasa debe ser mucho más precisa y cuidadosa para no afectar de forma accidental la integridad de los implantes. También es posible que haya planos quirúrgicos que no puedan ser empleados para colocar los injertos ya que la situación de las prótesis impedirá su uso.
La cirugía del aumento mamario compuesto y de las mastopexias compuestas es algo más prolongada debido al paso extra que supone la extracción, procesado e implantación de la grasa. El posoperatorio no varía demasiado con respecto a los aumentos simples salvo por las molestias ocasionadas en las zonas de extracción de grasa. El proceso inflamatorio de la mama y su resolución tampoco varían demasiado con respecto a un aumento simple.
El aumento mamario compuesto y la mastopexia compuesta son, por tanto, alternativas seguras y eficaces para controlar situaciones anatómicas o estructurales que son difíciles de gestionar únicamente con las propias prótesis.